De acuerdo con un estudio de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), 83% de los millennials consideran muy importante jubilarse y recibir una pensión, sin embargo, sólo uno de cada cinco considera el ahorro como un mecanismo para el retiro.
Si tienes 35 años o menos, este es el mejor momento para meditar sobre tu futuro. ¿Seguirás trabajando a los 65 años de edad? ¿Podrás mantener tu rutina laboral al convertirte en un adulto mayor?

Punto 0: breve contexto en pensiones
Acércate a tus padres o abuelos. Si ellos comenzaron a trabajar formalmente antes de 1997, su pensión está asegurada mientras cumplan con 500 semanas de trabajo cotizadas y hayan cumplido 60 años de edad. Con ello, podrán acceder a un pago mensual otorgado por el gobierno mexicano. ¡Son como vacaciones pagadas! Qué genial, ¿no?
Por desgracia, personas como tú y nosotros que nacimos al final de la década de los 90 e inicios del 2000, no tendremos la misma oportunidad. Resulta que a partir del 1 de julio de 1997, la ley de seguridad social especifica que los trabajadores deberán registrar 1,500 semanas laborales y cumplir 65 años de edad. ¡Tres veces más que el plan anterior! Y a pesar de conseguirlas, el gobierno mexicano no brindará pensiones. ¿Qué nos espera entonces? Ahora es responsabilidad del trabajador crear un plan de ahorro para alcanzar una pensión digna y gozar de un futuro tranquilo.

Tú perteneces a la generación Afore
Ante la necesidad de los trabajadores, se crearon organismos conocidos como Afores (el plural de Administradora de Fondos para el Retiro). En ellos, deberás realizar aportaciones voluntarias para ahorrar dinero suficiente que te permita dejar de trabajar cuando cumplas la edad de 65 años. Digamos que son una especie de créditos sin intereses porque se guarda tu propio dinero.
Si tú ya cotizas de manera formal, seguro tienes una Cuenta Individual, se trata de aquella en donde se acumulan aportaciones bimestrales con base en tu salario mensual. Por supuesto, la cuenta no puede existir sin una Afore que la administre; por ende, si no elegiste alguna, los recursos serán asignados a una de las administradoras con mejor desempeño.

Afores y trabajadores independientes
¿Qué pasa si no estás inscrito ante el IMSS o ISSSTE? ¿Significa que no accederás a una Afore? ¡No te preocupes! La única diferencia en tu trámite es que serás responsable de inscribirte al organismo que más te convenga y realizar tus propias aportaciones. No existen cantidades mínimas y máximas, por lo tanto se puede depositar la cantidad deseada. El mejor crédito sin intereses, ¿no? Asegúrate de que la Afore de tu preferencia recibe trabajadores independientes y asiste directamente con ellos para darte de alta.

¿Quién vigila a las Afores
Si recapitulamos un poco, tu pensión depende de tu propio ahorro. Y este dinero es resguardado por organismos expertos. Pero ¿quién me asegura que mis aportaciones están seguras? ¿Con quién puedo acudir en caso de quejas sobre la Afore? Para eso, existe la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), organismo encargado de regular y supervisar a las Afores.
Como puedes observar, el ahorro para el retiro no es un tema de poca importancia. Por ello, te recomendamos ponerte listo y al día sobre tu plan a futuro. Si quieres saber qué Afore administra tu cuenta, haz clic aquí. Por otro lado, si eres un trabajador independiente y no quieres perder más tiempo para iniciar tu ahorro, llena este formulario.